Durante nuestra visita a la Feria Agropecuaria de Coto Coto, en Huancayo, Perú, encontramos un subastador de frazadas hechas en Marangani, Cusco. Su estilo de venta interesante y su discurso resaltando la calidad de los productos del interior del país capturaron nuestra atención.

El subastador enigmático destacó las diferencias entre la producción de frazadas en Marangani y en la ciudad de Lima. Criticó la falta de cuidado y el reciclaje en los productos de la capital, resaltando la importancia de valorar las habilidades artesanales de las comunidades locales.

Con gestos y entonación decidida, el subastador captó la atención y generó entusiasmo en torno a las frazadas de Marangani. Su elocuencia y habilidad para transmitir la calidad y el valor de los productos despertaron el interés de los presentes en la subasta.

Las frazadas, tejidas a mano con materiales naturales, reflejaban la destreza y el talento de los artesanos de Marangani. Cada detalle y diseño único daba autenticidad a las frazadas, como el hermoso diseño del Inca Puma.

Aunque nuestra visita fue breve, quedamos impresionados por el impacto del subastador y su discurso. Prometemos investigar más sobre él una vez regresemos a Huancayo para conocer su nombre e historia, y reconocer su contribución a la promoción de las frazadas de Marangani y a la valoración de los productos locales desde la Región Junín.

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